miércoles, 26 de enero de 2011

Solo creo.



En el jardín invernal de nuestro corazón
aun florecen las orquídeas, cargadas de esperanzas
no tiene importancia el frio, ese es su hábitat.
es tan común la espera, de que el sol aparezca
para que cual rocío derrame su calorcito en el invernadero.

De esa manera se aprende a esperar, se pule la paciencia y crecen las ilusiones,
Se aprende a aferrarse a nuevos anhelos, siempre deseando un nuevo amanecer,
Y si pronto anochece, solo queda esperar ese rayito de luz que nos guie hacia la verdad.

La vida no es compleja, es nuestra ansiedad la que nos hace vivir a prisa,
Siempre nos escondemos detrás de esta frase tan trillada como bella.
“El amor no espera” y la utilizamos para esconder el deseo de volar hacia su encuentro.

Pero como hay un tiempo para todo, solo hay que esperar el gran momento del cumplimiento,
aferrándonos a nuestros sueños.

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