domingo, 30 de enero de 2011

LES PRESENTO A BETO



¡¡GRACIAS BETO POR RECITAR MIS POEMAS!!

miércoles, 26 de enero de 2011

Solo creo.



En el jardín invernal de nuestro corazón
aun florecen las orquídeas, cargadas de esperanzas
no tiene importancia el frio, ese es su hábitat.
es tan común la espera, de que el sol aparezca
para que cual rocío derrame su calorcito en el invernadero.

De esa manera se aprende a esperar, se pule la paciencia y crecen las ilusiones,
Se aprende a aferrarse a nuevos anhelos, siempre deseando un nuevo amanecer,
Y si pronto anochece, solo queda esperar ese rayito de luz que nos guie hacia la verdad.

La vida no es compleja, es nuestra ansiedad la que nos hace vivir a prisa,
Siempre nos escondemos detrás de esta frase tan trillada como bella.
“El amor no espera” y la utilizamos para esconder el deseo de volar hacia su encuentro.

Pero como hay un tiempo para todo, solo hay que esperar el gran momento del cumplimiento,
aferrándonos a nuestros sueños.

Recordándote



En la oscuridad de la noche
los recuerdo me lleva a nuestro pasado,
pasado que siempre está presente
pues nunca te he olvidado,
¿Como se olvida el amor
si en el corazón está grabado?...
pero debo seguir viviendo
con este dolor, en mi pecho encerrado
hasta que un día amanezca
y estés nuevamente en mis brazos

Estrellafugaz.

Perdóname mi amor.


Estabas ahí…
tierna y frágil mujercita,
derramando tu ternura
y amor sobre mí,
mientras te observaba
desde mi rincón oscuro,
por el rencor de fracasos
y angustias pasadas,
te dejé partir.

Perdóname tierna palomita
de ojitos tristes,
por mostrarte mi desinterés,
pensando en mis fracasos anteriores,
no te contuve entre mis brazos
como anhelabas
y te alejé de mí.

Hoy te miro desde mi oscuro rincón,
con mi corazón desgarrado,
mis brazos se extienden queriendo abrigarte,
pero estás tan lejana, que no puedo tocarte.

Y pensar que yo mismo,
con actitudes y largos silencios,
los cuales supiste discernir,
como un idiota, te alejé de mi,
tomaste la decisión
de mantener distancias,
aunque sé que tu corazón,
en mil pedazos partí.

Valiente pequeña mía,
por cobarde y acomplejado,
te expulse de mi vida,
arrogante y estupido de mi,
que desde mi soledad,
te veo sufrir
y no tengo el coraje de decirte,
cuanto me arrepentí.

Estos versos que hoy te escribo,
ayudan a mi corazón, en sus latidos,
porque sufro y no te olvido,
y mi alma, mi pobre alma en pena…
sumida está en mi condena,
de no poder gritar que ¡¡te amo!!...


Seré siempre un desgraciado,
porque tu amor desprecie,
debido a mi situación,
enclaustrado en mi pasado,
no te presté atención,
me ofreciste tu amor,
con la dulzura de un ángel
y no supe valorarte,
como tú lo merecías,

Y aquí estoy,
viviendo a escondidas,
detrás de mi rencor,
por haber perdido aquél amor,
en mis años mozos,
y estoy hecho un manojo,
de tristezas y dolor.

Mi alma se niega,
a estar encerrada en mi cuerpo,
quiere huir de mí,
cada día me reprocha,
el error que cometí,
cuando te aleje de mí,
aquella tarde de enero,
escondiéndome en este agujero,
de soledad y nostalgias,

¡¡Cuánto deseo mi amada!!...
Escuchar tu risa blanca,
como el lirio de los valles,
ver, tu figura diminuta,
mi muñeca de porcelana,
teniéndote tan cerca,
te obligué a estar lejana,
pues esperaste todo de mí,
me pedías te dijera…
¡¡Dime la frase mágica!!...
y nunca te dije nada,
y hoy que quiero gritarte,
mi amor desesperado,
ya no te tengo a mi lado,
cual entupido aprendiz,
creyendo saberlo todo,
para siempre te perdí.


Estrellafugaz.