jueves, 30 de septiembre de 2010

*¡¡Ven, hazme el amor!!... *




¡¡Ven!!...
no me niegues el ardor de tu piel caliente
quiero gozar, con movimientos ardientes
hazme al amor sin reparo,
seremos inconscientes
donde la pasión fluya,
como un gran torrente
-
Tanto esperamos éste momento,
te enloqueceré con mi apasionamiento
galoparé sobre tu piel morena
hasta llegar al clímax, sobre la arena.

Fue sublime sentir tu mano húmeda
deslizarse sobre mis caderas
incitándome a treparte, cual si fuese enredadera
besándote la boca, me acostaré sobre ti,
ella me provoca, desde que te conocí..

¡¡Sí, amor!!... ya nos hemos poseído
Éste sublime momento, anhelaban nuestras almas
La pasión, nuestros cuerpos ha fundido,
Aun después de la muerte seremos, unidas ánimas.
No existe un final, siempre estaremos unidos

Estrellafugaz.

¡¡Soy tú gatita!!




Él, con pasos firmes, corre al encuentro de su amada, no imagina con que sorpresa se encontrará hoy, ella es así, vive para sorprenderlo cada día, afirma que, lo más lindo en la vida, es sorprender al ser amado, por eso él regresa presuroso, para encontrarse con ella.

Gira la llave en la cerradura, el aroma de almizcle le anuncia que el amor esta esperando, abre la puerta, enciende la luz y allí estaba ella, con su bata de raso roja, de inmediato escucha, ¡¡miauuuu!!... Queda inmóvil, dos orejitas de gato, asomaban sobre su cabello dorado como el sol, se acerca, tomándola por la cintura, mientras ella no dejaba de maullar, quiere besarla pero algo se lo impide, sobre su boca llevaba un hociquito gatuno de goma, con sus respectivos bigotitos, le quita la bata y ¡¡Ho, sorpresa!!... era toda una gatita en celo, alborotada por sentirse amada, por su gato salvaje, dos pompones de peluche blanco cubrían sus pezones, un diminuto triángulo y una pequeña cola blanca muy delicada, era su vestimenta, lucía muy erótica, él, ya impaciente quita los bigotitos de su boca, pues no podía besarla apasionadamente como deseaba, ella maúlla como si le hubiese dolido, ¡¡Miauu!! … ¡¡Ven aquí gato salvaje!!... tú gatita te espera, ¡¡hazme el amor!!...

Él con una sonrisa placentera, la atrae imitando un maullido salvaje, ella, suavemente se arrodilla a sus pies y con sus uñas, araña lentamente sus piernas debajo del pantalón mientras él rápidamente se despoja de sus ropas, ella continúa arañando su cuerpo, luego comienza a gatear por el suelo, él la sigue por el cuarto, de pronto ella lo mira con mirada destellante mientras le dice ¡¡hazme el amor como si estuviésemos en una cornisa!!... al momento en que levanta una pierna sobre la cama, así, en esa posición lo desespera de pasión, ¡muérdeme el cuello, tómame por los cabellos y poséeme!.. ¡¡Miau!!... ¡¡Por Dios!!... ésta mujer lo volvía loco, hace lo que ella le pide, más que morderla lame su cuello, besa su cuerpo, acaricia sus pechos, quiere girarla pero ella se lo impide, ¡¡ámame como un gato, cielo!!... pedía entre maullidos, cumplen sus fantasías, los dos pensaban que en verdad estaban en la cornisa más alta, la adrenalina corría por su sangre pensando en el riesgo de la altura, el perfume de almizcle los embriagaba, quitó la suave cola de su traje, en cada penetración, un maullido, realmente eran dos gatos amándose, ¡¡te amo mi bella gata!!... ¡¡eres tan delicadamente mujer, nunca dejes de sorprenderme!!... en ese momento ella es la que gira su cuerpo, estando frente a él lo besa desesperadamente, muerde sus labios realmente era una felina, su pasión era arrolladora, su miembro vuelve a quedar erecto, eso deseaba ella, ahora seré yo quien te posea, ¡¡eres mío!!... ¡¡hombre incomparable!!... se desliza sobre su cuerpo mojado en sudor cual si fuese una araña, sus dedos caminan lentamente sobre ese cuerpo que le pertenece, sus uñas a punto de ser insertadas en la carne ¡¡al primer movimiento si no respondes, clavo mi veneno en ti!!... dijo con voz arrolladora, ¡¡eres mío, me perteneces!!... él comprendió que otra, era su fantasía y se le une, ¡¡bésame con tus labios cual colmillos!!... ¡¡envenéname con tú amor!!... ¡¡si he de morir, que sea entre tus brazos!!... dice él, continuando su juego, su mirada diamantesca lo cautiva y más lo enamora, sus gemidos, ardientes y pasionales, sonaban cual suave melodía en aquella habitación, ¡¡como no amarte mujer!!... si estás en todos los detalles, dijo por lo bajo junto a su oído, ella le adoraba, no existía nadie más en su vida, él era su razón de vivir, y estaba dispuesta a todo con tal de no perderlo, y cuando digo “todo” era “todo” no tenía términos medios, los grises no tenían cabida en su manera de pensar y él lo sabía, si era preciso cruzar el océano a nado, seguro lo haría, ¿quién se lo impediría?...
Su ternura y dulzura era arrolladora, él se sentía feliz de ser amado con tal devoción y respeto, deseaba decirle tantas palabras bonitas pero ella con sus labios carmesí cubría su boca de besos.
Así los encontró el nuevo día, exhaustos, agotados de tanto amarse.
Sabían que debían despedirse, eso les partía el alma, pero esa eran las reglas del acuerdo, aunque también sabían que en la semana entrante si volverían a encontrar. ¿Como lo esperaría?... ¿Con que nueva fantasía disfrutarían de su amor?...
Tendremos que esperar hasta su nuevo encuentro…


Estrellafugaz.

“Niña atrevida.”





¡¡Ven aquí, niña atrevida!!...¿cómo te permites mirarme así, tan insinuante y provocadora?... ¿acaso crees que no tengo sangre?... Te diré niña insolente que deberás hacerte cargo de los resultados de semejante insinuación, ¿estás preparada para disfrutar entre mis brazos?...
De no ser así, quita de mí, esa mirada de felina en celo.
Ella no imaginó que él reaccionara así, pero no se amedrentó, continuó comiéndolo con la mirada, él se aproxima a su oído y susurrando le dice, ¡¡Eres una niña, esperando ser mujer!!... ¿Pero sabes?... Si te hago mía, ya no seré el mismo.

Ella solo supo que debía arrojarse en sus brazos, ese era el hombre, con el que había soñado, la convertiría en mujer, su mujer, se aferro a su cuello, el temblor de su cuerpo la superaba, no pronunciaba palabra alguna, solo lo besaba, él respondió apasionadamente sintiendo entre sus brazos, ese frágil cuerpecito esperando anhelante que lo poseyera.
La condujo de la sala, hacia un reservado sin dejar de besarla, una tenue luz los envolvía, la música suave los arrullaba entrando en una nube de placer y deseo, quito muy sensualmente cada botón de su vestido, mientras ella gemía, ardía en deseos, hasta el momento, nada decían, solo se escuchaban gemidos y suspiros, ella sin dejar de mirarlo a los ojos, quitó su corbata luego quitó su camisa, cuando su piel se unió a la de él, como gata enfurecida lo tomó por los cabellos mientras le pedía, ¡¡Hazme tuya!!... él respondió, ¡¡Niña salvaje y ardiente, estás quemando mi sangre!!...

Su cuerpo virgen era como piel de durazno, invitándolo a cubrirlo de besos, sus pechos eran pequeños, sus pezones tensos los cuales lamió sin cesar, con sus manos cubría su cintura, la ropa yacía sobre la alfombre roja, ella con su ingenuidad lo atrapaba más y más, pero dentro de esa ingenua niña habitaba un huracán sin control, arrollador, avasallante, ya sin ropa por completo, ¡¡Por Dios!!... jamás imagino que esa niña fuese lava hirviente.

¡Niña!... dijo, déjate llevar por lo que sientes, ahora nos pertenecemos, soy tan tuyo como tú mía, sus piernas entrelazadas, sus cuerpos transpirados, ella disfrutaba lamiendo esa miel que probaba por primera vez, sus cabellos húmedos sobre las piernas de él, lo excitaba, presionando su cabeza entre sus manos, en ningún momento creyó que esta mujercita lo llevara al éxtasis total, ella era insaciable, se contorsionaba en la cama como serpiente, presionándolo entre sus pechos, se deslizaba en un dulce vaivén recorriéndolo por completo, lamía sus muslos mientras sostenía en sus manos su pene erecto casi a punto de explotar, de pronto sentándose sobre él, comienza un galope muy lento y cadencioso mientras mirándolo a los ojos le pregunta ¿Así te gusta?... porque a mí me encanta sentirte dentro mío, saborearte, pertenecerte, decía esto sin dejar de besarlo en la boca (y eso que aun no le había penetrado totalmente, ella creía que eso era todo, solo estaba acariciándolo con su vulva), de pronto la voltea en la cama, toma el control, ya no podía retener más, un orgasmo que derramó penetrando esa vagina virgen, ella ahogo un grito sobre la boca de él, mientras lagrimas de dolor y gozo se unían a la transpiración de sus cuerpos, ¡¡Niña salvaje!!... como haré para dejar de pensar en ti, dijo él, ya ocupas un lugar en mi vida, hacía tanto tiempo que no disfrutaba de esta manera ¡¡eres especial!!... ¿lo sabes?... ella no respondió, solo lo miró, estaban exhaustos, ella jugaba con sus dedos entre los cabellos de ese hombre que le cambiaría la vida, él respondía a sus calidas caricias mientras pensaba como hacer para no perderla, pues le doblaba en edad, la consideraba un regalo de los dioses.

Luego de unos momentos ella pregunta, ¿Continúa pensando que soy atrevida?... ¡¡eres una diosa!!... respondió, mientras acariciaba sus cabellos renegridos, ¿dime?... pregunto él, ¿Cómo es tu nombre?... Ateneas, respondió sonriente
¡¡Mujer!!... ¡¡que bello nombre tienes!!... sabes que, en los mitos clásicos nunca tuvo consorte o amante, y por ello a menudo era conocida como Atenea Pártenos que significa (‘virgen’).
Tu nombre tiene historia mi niña, ahora te llamarás para mí, que soy romano, Minerva. “Diosa de la sabiduría, hija de Júpiter, rey de los dioses”
Ella quedó perpleja ante tanto conocimiento, y acepto feliz su nuevo nombre.

Nos despediremos, dijo ella y no se tu nombre aun, él con sonrisa pícara y audaz a la ves, respondió, mi nombre es Ignacio, es italiano y antes que terminara de hablar, ella le interrumpe sonriendo mientras lo abraza diciéndole, ¡¡conozco su significado!!... “fuego ardiente”… él besándola susurra lentamente ¡¡Atenea ya no es virgen, se llama Minerva porque Ignacio la hizo suya, pues soy fuego ardiente.

Así se conocieron éstas dos personas una noche de verano.

Estrellafugaz.

Escúchala



Si la poesía es mi voz
cada letra te dirá ¡te amo!...
y si envuelven tu corazón,
entonces yo estaré con vos

Si en días de lluvia, la buscas,
te hará compañía,
si el sol se oculta
ella iluminará tu vida

Déjala alimentar tu alma
y que arrulle tus esperanzas
regocíjate en tus anhelos
y así, alcanzarás tus sueños

Te digo, suele ser mágica
según te aferres a ella,
y que nadie se interponga
para no romper su magia.


Estrellafugaz.

El lenguaje del amor

Recitados de BETO

sábado, 25 de septiembre de 2010

Soy solo tuya

Comienza a disfrutar de mi
porque soy solo tuya
el alma te entregué
contigo estoy segura
explora mis secretos
que para ti guarde
para entregártelo en mi lecho,
no olvides ni un lugar
tuyo es todo mi cuerpo

Disfrutaré de ti
ahora que eres mío
lentamente te besaré
hasta encontrar tus labios
deslizándome por tu cuerpo
para llevarte amor…
en un orgasmo, hasta el cielo
comienza a recorrer
mi cuello anhelante
de recibir tus besos
que no quede un espacio
sin disfrutar de ellos.
hoy es el día, es el momento
de saciar nuestros deseos

Lentamente con tus caricias
sacia tus ansias sin medida
hasta que mi pobre vida
recobre el aliento
y así, en un momento
fundirnos en un deseo hambriento
de pasión descontrolada
que nos encuentre la madrugada
exhaustos, entre las sabanas.


Estrellafugaz.

Te deseo





Cuanto deseo saborearte,
Como una fruta madura
Lamer tu piel de aceituna
Hasta llegar a tu boca
Y de una manera loca
Unir mi lengua a la tuya.

Sentir tu dulce tibieza,
Que navegues en mí sangre,
Que me embriague lentamente
Que no reconozca, un instante
Subyúgame con tus besos,
Hasta perder la razón

Ya me quema, esta pasión
Ven a mis brazos, tesoro
Que desbordo de emoción
No me quites la ilusión
De poseerte completo.


Estrellafugaz

Quemándonos de pasión

Al igual que, un enero encendido
se nos quema la sangre,
nuestros cuerpos arden,
la pasión reclama,
cual un bosque en llamas,
un bendito refrigerio
a través de nuestros besos,
y cual lluvia, de una cascada
nuestros cuerpos, refresque…
luego, de un éxtasis inminente
que ya, control no tiene,
y apoderándose de nuestras mentes
nos anuló la razón,
convirtiéndose en pasión,
tu virilidad, entre mis piernas humedecidas
abrirá una herida que insaciable, reclamará
tu hombría erguida, solo así disfrutará
uniendo tu pecho y mis senos,
al clímax nos transportará.




Estrellafugaz.