lunes, 7 de febrero de 2011

Te oí llegar



¡¡Amor!!... de los confines del mundo oí tu llamado,
pues no me demoré en ir a tu encuentro,
yo te estaba esperando…
¡¡Y volé, volé!!... sobre las alas del viento…
surcando los mares, y de pronto te vi,
¡¡OH Dios!!... se regocijó mi alma, mis ojos en ti, se clavaron
quedamos inmóviles, las palabras sobraban,
nuestras miradas cuajadas de amor germinaban
con lágrimas de gozo, cual manantial en madrugada,
mi corazón corría, delante de mis pasos,
tus brazos se extendieron, abrigándome en tu pecho,
mis pies, ya no sostenían mi cuerpo y me abandoné en ellos,
mientras escuchaba el galopar de tus latidos
que unido a los míos, nos transportaron a los cielos.

Susurraste en mi oído, ¡¡Cuánto te esperé!!...
acercando mi boca a tus labios respondí,
¡¡Estoy aquí mi amor!!... ¡¡ya nos encontramos!!...
deshilaste mis cabellos con tus manos
mis brazos a tu cuerpo se aferraron,
el mar, la arena y el cielo,
fueron testigos del amor que nos profesamos.

No hay comentarios: